Se agrupaban en cuevas que les protegían del frío y de la humedad, también servían para enterramiento, culto y rito.
Las cuevas tenían áreas de actividades bien definidas: lugar para encender la hoguera, talleres para el trabajo de piedra, hueso, madera, etc., áreas sagradas para las ceremonias, el culto y la magia, piletas naturales (fregaderos) para el agua. En el exterior, había zonas para trabajar y secar pieles, áreas de descuartizamiento, fuegos de protección nocturna y chozas de estación cálida.

Al permanecer en las cuevas, poco a poco perdían las costumbres nómadas, encontraban nuevas necesidades, como la de defender el territorio que necesita para cultivar. Ese paso entre el nomadismo y el sedentarismo no es inmediato, es decir, no es que un pueblo nómada dejó de serlo en el transcurso de una cosecha. Ello implica milenios, siglos y décadas.

Nomadismo: El nomadismo designa una de las más antiguas formas de subsistencia y desarrollo humano y es objeto de estudio de la historia, la antropología, la arqueología, la sociología y la etnografía, especialmente

Sedentarismo: El sedentarismo es la forma más reciente de población humana en la cual una sociedad deja de ser nómada para establecerse de manera definitiva en una localidad determinada a la que considera como suya.

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